La gratitud, la compasión y la autocompasión son habilidades esenciales que ayudan a los niños y adolescentes a desarrollar relaciones saludables, una mentalidad resiliente y un sentido de bienestar duradero. En un mundo donde el materialismo y el entitlement (creerse con derecho a todo) pueden desviar su enfoque, estas prácticas los reconectan con lo que realmente importa: el aprecio por los demás, el cuidado por sí mismos y el amor propio y la conexión con el mundo y la comunidad que los rodea.
Estas 52 tarjetas abrirán conversaciones con tu hijo/a y fomentará la reflexión en torno al agradecimiento, enseñandole a apreciar las cosas sencillas de la vida, dar y recibir compasión.
¿Cuáles son los principales impactos de estas prácticas y cómo estas tarjetas pueden ayudar?
- Fortalecen las conexiones neuronales positivas y la regulación emocional
- Practicar la gratitud y la compasión activa áreas del cerebro asociadas con el bienestar y las emociones positivas, como la corteza prefrontal y el sistema de afiliación y logro. Esto refuerza la capacidad del cerebro para enfocarse en lo bueno y manejar el estrés de manera más efectiva.
- Desarrollan la empatía y reducen el egoísmo
- La compasión fomenta la empatía y un deseo de aliviar el dolor de los demás. Ayuda a los niños a comprender y valorar las necesidades de los demás, disminuyendo comportamientos egoístas o materialistas.
- Promueven la resiliencia y el bienestar emocional
- La autocompasión enseña a los niños a ser amables consigo mismos, especialmente cuando cometen errores o enfrentan desafíos, lo que reduce la ansiedad y los sentimientos de fracaso, vergüenza y culpa. Fortalece la voz compasiva y disminuye el crítico interno.
- Previenen el “entitlement”
- Practicar la gratitud les enseña a los niños a valorar lo que tienen y reconocer los esfuerzos de los demás, contrarrestando la creencia de que merecen todo sin esfuerzo.
Puedes descargar e imprimir este PDF y utilizar las tarjetas con tu hijo/a. A mi me han resultado muy bien cuando mi hijo está jugando, conversamos sobre las temáticas y él siente menos presión y más interés en contestarlas porque está jugando en paralelo. También puedes usarla a la hora de dormir. Así le entrenas a su cerebro pensar en lo positivo, en lo que agradece, justo antes de ir a dormir, y es muy positivo para su cerebro y mentalidad. Cuando tú también compartes tus respuestas, le ayudas a entrar en tu mundo interior también, fortaleciendo en vínculo y el apego seguro.